Región Pacífica de América
En América Anglosajona
Cordilleras occidentales
En el oeste
de Alaska, Canadá y EE.UU se extienden las cordilleras occidentales a través de
una serie de encadenamientos: las Rocosas hacia el este y las Cadenas Costeras
hacia el oeste. Ambos sistemas encierran mesetas interiores, como la meseta del
Colorado.
La zona se
encuentra bajo la influencia de los vientos del oeste, procedentes del océano
Pacífico, que al encontrarse con el sistema montañoso producen lluvias
abundantes dando lugar al crecimiento de bosques de coníferas. La temperatura
varía según la latitud ( de frío a subtropical, desde el norte hacia el sur
respectivamente) y la altura.
En las
mesetas interiores, los vientos del Pacífico llegan secos, acentuando la aridez
de la zona. En el litoral pacífico, donde se localizan las ciudades de Los
Ángeles y San Diego el clima también es desértico debido a la influencia de la
corriente fría de California ( las masas de aire húmedo, al entrar en contacto
con la corriente fría, disminuyen su temperatura, el vapor de agua se condensa
y se precipita en el océano y las masas de aire llegan secas al continente).
Los
principales recursos naturales que ofrecen estas cordilleras son los minerales,
como el uranio, cobre, plomo, petróleo. La población ha aprovechado los
recursos hídricos para cultivar bajo riego y para obtener hidroelectricidad.
En América Latina
Las altas cordilleras andinas
Los
paisajes montañosos mencionados se prolongan hacia el sur en territorio
mejicano con la sierra Madre Oriental y la sierra Madre Occidental, que
encierran la meseta central mexicana. Cadenas montañosas de origen volcánico
unen el relieve mejicano con el sistema de los Andes ( América del Sur ), en
tanto las áreas emergidas de cordilleras submarinas forman las islas del mar
Caribe.
La
cordillera de los Andes originada en la
era terciaria se extiende desde el mar Caribe hasta las islas de Tierra del
Fuego y presenta diferentes codilleras, que encierran mesetas o altiplanos,
como el de Perú y Bolivia en torno a los lagos Titicaca y Poopó o el de la Puna
de Atacama en el norte de Chile.
En estas
elevadas cordilleras se desarrolla un clima de montaña en el que la altitud
modifica la temperatura (disminuye con la altura), la presión (es menor y
produce el llamado “mal de la montaña”) y la humedad. Esto condiciona a la
vegetación, en la zona intertropical se desarrolló un bosque denso tropical, a
medida que se asciende se pasa a las sabanas arbóreas, luego a las praderas
destinadas al pastoreo y finalmente a los bosques de coníferas. A lo largo de
la costa peruana y del norte de Chile, al igual que en los altiplanos, el clima
es desértico con una formación vegetal de estepa de pastos duros. La aridez se
debe, en el primer caso, al pasaje de la corriente fría de Humboldt cercana a
la costa ; en el segundo caso a que los vientos que llegan del Pacífico o del
Atlántico han descargado su humedad a lo largo del trayecto.
La
naturaleza de los Andes ofrece paisajes atractivos para el turismo como San
Martín de los Andes o Bariloche. Es importante la diversidad en minerales :
petróleo, hierro, cobre, estaño, oro, plata y sales.
Prof. A.
Ielpo Adaptado de “Las sociedades y
los espacios geográficos”
Geografía
2º año
D. Durán y otros. Troquel